Después del exitazo que se apuntó con The Sixth Sense (1999), hay que admitir que Shyamalan empezó a caer en un abismo en el cual, aunque mantenía el suspenso en sus cintas, se especializó en arruinarlo todo con los finales.

Recapitulando, Signs (2002), The Village (2004), Lady in the Water (2006), The Happening (2008) y Devil (2010) no terminan bien. Un extraterrestre flacucho que le tiene miedo al agua (y, a pesar de todo, me encantó esta), el loco del pueblo en un delirio de monstruo, un perro gigante, un enemigo que nunca sabemos cuál es y una vieja asesina en un ascensor; puros finales terribles.

Pero con Split (2016) cambia la historia y se nota que tenemos de vuelta al buen Shyamalan, resurgiendo de las cenizas del odio de algunos.

La película tiene una temática interesantísima: un hombre con trastorno de identidad disociativo en el que conviven 23 personalidades diferentes, y con una más a punto de agregarse al club. Algunas personalidades apacibles y otras más violentas que empiezan a apoderarse de Kevin (James McAvoy, quien nos presenta una actuación que lo lleva a otro nivel actoral).

A ratos me pareció que la historia que se quiso contar superó a la producción -sobre todo tomando en cuenta que se habla de 23 personalidades, pero que el actor llega a encarnar a unas 7 como máximo- y en algunas partes se dejan ver arbitrariedades sobre las heridas de la vida, que si bien no restan a la historia, podrían parecer innecesarias.

Sin embargo, Split lo logra... está llena de un suspenso que aunque no procura matarte de miedo, sí te mantiene constantemente alerta y no da tregua. Y a McAvoy hay que darle algún premio, porque es increíble cómo logra que notemos el cambio de una personalidad a otra con solo mover una ceja (ya lo verán).

P.D.: Estoy feliz por este logro de Shyamalan, porque aunque jamás lo he incluido entre mis directores favoritos, por alguna razón veo todas las películas que hace. Quizá porque siempre estuve esperando esto, su resurgir, porque sé que es un director de gran envergadura... a pesar de detestarlo repetidas veces en los últimos 10 minutos de película. Espero que lo venidero sea de este mismo calibre o mejor.

8★
Realmente no entiendo bien cómo ocurre el proceso de selección de películas para los Premios Óscar, pero si hay una película que me habría encantado ver nominada -porque me pareció una excelente cinta- es "Bleed for this" (Ben Younger, 2016), el film biográfico del boxeador Vinny Pazienza. 

También me cuesta entender por qué algunas películas tienen tanta publicidad y cómo hay otras que pasan tan por debajo de la mesa, tanto que en el caso de Bleed for this se gastó más de lo que se recaudó. ¿Por qué? Ni idea. 



Es una película que cuenta con actuaciones geniales, por ejemplo. El boxeador es interpretado por Miles Teller, quien por segunda vez me sorprende y muestra de qué está hecho -la primera vez fue con Whiplash-, al personificar a un hombre decidido, frontal, luchador y, sobre todo, dispuesto a hacer lo que sea por pelear en el ring. También cuenta con Aaron Eckhart y la siempre recordada Katey Sagal (mejor conocida como Peggy, la mujer de Al Bundy en "Married... with Children"). 

Además, la trama es inmensamente interesante, la dirección muy pulcra y la historia del hombre es exageradamente increíble, cosas que para mí la hacen mucho mejor película que Hands of Stone (Jonathan Jakubowicz, 2016); y me atrevó a compararlas porque ambas son sobre boxeadores y salieron el mismo año. 

Lo que sí admito es que tanto Gianny como yo estábamos esperando que en la pelea de Pazienza contra Roberto Durán, saliera Edgar Ramírez interpretando a este último. Es absurdo cómo a los 2 nos alumbró el alma la idea. Y aunque no ocurrió, nos imaginamos lo increíble que habría sido. 

A veces no sé si son cosas de la industria, de la mercadotecnia o de los consumidores, pero lo cierto es que hoy no comparto el 6,8 que tiene la película en IMDB, ni que Miles Teller no esté nominado por su actuación, ni que no hayamos escuchado nada sobre esta película... pero creo que de eso también se trata el cine. Lo bueno es que entre tanto buscar y descargar películas,Gianny Rodríguez siempre termina encontrando pequeñas joyas como esta. Yo hago mi parte, compartiendo con ustedes mi review. Ojalá se permitan verla. 

8★

Aunque estamos viendo las películas nominadas al Oscar, entre ellas se cuelan películas que no están nominadas y, no obstante, me parecen mejores que algunas de las posibles galardonadas. ¿Por ejemplo? Loving (Jeff Nichols, 2016).
1958.- Una pareja interracial de Virginia es legalmente desterrada de su hogar por haber contraído matrimonio (para entonces ilegal). Pero la infelicidad de lo injusto les hace romper el silencio -de una manera muy modesta- y empiezan una batalla legal que va hasta la Suprema Corte. 

En el transcurso del film vemos el indiscutible amor que siente la pareja, y cómo les ayuda a sobreponerse a las vicisitudes. Richard Loving (Joel Edgerton) se ve todo el tiempo preocupado y angustiado, pero no por ser un hombre blanco casado con una mujer negra, sino por brindarle seguridad a su amada esposa en un lugar donde todos parecen querer acabar con lo suyo, al precio que sea. Mildred (Ruth Negga, quien sí está nominada al Oscar como mejor actriz), su esposa, es una mujer profundamente calmada, pero bien centrada en lo que quiere. Es quien incentiva la batalla legal y quien, además, siempre presta sus brazos para aligerar las penas. 

Una película dramática totalmente digna, que retrata la lucha de dos personas que entendían que en el amor, como en todo lo demás, el color nada tiene que ver -a pesar de que para entonces el resto opinara diferente- y que aunque solo querían vivir tranquilos y en paz, sentaron un precedente para todas las parejas interraciales en Virginia y el resto de los Estados Unidos de América.

7,8★