Swiss Army Man (2016) es una película loquísima que divierte, extraña, entristece e invita a filosofar un rato. Para mí, el diálogo es una constante discusión sobre qué es la vida y la búsqueda de motivos para vivirla.

La esperé muchísimo porque estoy ansiosa de que Daniel Radcliffe salga de la sombra de Harry Potter (porque merece que la gente sepa su nombre y dejen de decir "este chamo, Harry Potter"). Hace unas semanas dije que su papel en Imperium había sido muy bueno, pero que quería verlo en el film de Dan Kwan y Daniel Scheinert... y para mí, llenó las expectativas. Tomó un riesgo grande y se nota que lo disfrutó. Por su parte, Paul Dano es igualmente magnífico.

Swiss Army Man se parece y a la vez no se parece en nada a Náufrago (2000), porque aunque se trata de un náufrago, la parte del cadáver que se lanza pedos, tiene ansias de recordar qué es la vida y ayuda a un hombre a sobrellevar la soledad y la desdicha no tiene comparación con Wilson.

Una recomendación que no deben dejar pasar.

7,8 

El neorrealismo italiano es uno de los géneros cinematográficos que más respeto. Es un cine exageradamente real y triste. Y de eso se trata. En la Italia de la posguerra se sucintaron historia trágicas y los realizadores italianos escogieron el cine para que tales historias no pasaran desapercibidas. 

A mí Ladri di biciclette (1948) me parece una de las historias más tristes del cine; La Strada (1954) me dio una lección de realismo; pero entonces vimos Germania, anno zero (1948) y entendí que quizá la gente no se siente muy atraída por este tipo de cine porque es tan real que duele, y aunque no lo queramos, cuando vemos cine estamos esperando al menos un ápice de felicidad en el final

Sin embargo, el neorrealismo no daba ni un aliento de eso, nada mejora con el pasar del film, porque a esas personas, que tenían que encontrar la forma de sobreponerse a la guerra, la vida no les daba respiro. 


En "Alemania, año cero" vemos a un niño de 12 años que siente en sus hombros la responsabilidad de llevar algo de comida para su hermana (mucho mayor que él), su hermano (que volvió del frente y, como muchos otros soldados, no conseguía salir a trabajar por distintas razones) y a su padre enfermo. El desarrollo de la película es angustioso y no, nunca se pone mejor. 

La película vale cada minuto, porque nos sumerge en una realidad histórica que hoy podemos comparar con la de Siria, por ejemplo. Una ciudad destruida y una vida que, pese a todo, continúa.

8,3