La
violencia armada en Venezuela no afecta solamente a jóvenes y adultos, sino
también a niños y niñas, inocentes de todo acto, sin culpas ni remordimientos
sobre sus hombros, son víctimas no intencionales de actos llevados a cabo deliberadamente en barrios y zonas residenciales de todo el
país, ya sea en operativos policiales para combatir delincuentes o en
enfrentamientos entre bandas.
La
victimización de niñas y niños consiste en la violación al derecho de la vida,
a la educación y al libre esparcimiento, principalmente en sus zonas
residenciales.
Por
ejemplo, en diciembre de 2015 lanzaron una granada en la plaza La Concordia, en
Caracas, causando la muerte de un bebé de tan solo 8 meses. Con la explosión
también murió un funcionario de la Guardia Nacional y otros 8 resultaron
heridos. Ni siquiera se sabe quién lanzó el artefacto[1].
La violencia armada en Venezuela no afecta solamente a jóvenes y adultos, sino también a niños y niñas, inocentes de todo acto, sin culpa...