«Cada persona importa», es el mensaje de Brigde of Spies (2015) o Puente de espías, la producción más reciente de Steven Spielberg en cartelera, y que cuenta con magníficas actuaciones como la de Mark Rylance, a quien no conocí sino hasta hoy pero que espero obtenga más papeles importantes. La película está basada en hechos reales de la vida del abogado James Donovan.

1957. Tom Hanks encarna al prominente abogado de Nueva York, quien ya había ganado fama por su participación en los Juicios de Núremberg —donde fueron juzgados funcionarios y autoridades nazis— y que en esta oportunidad es asignado para defender al espía ruso, Rudolf Abel, capturado por los Estados Unidos. El gobierno tiene la obligación de garantizar el derecho a un debido proceso a Abel, Donovan entiende su responsabilidad y se prepara para el juicio.

Maracaibo, la tierra del sol amada; la segunda ciudad más poblada del país y el centro económico más importante del occidente venezolano; actualmente cundida de basura.

Maracaibo tuvo su época dorada y de eso no hay dudas. El petróleo se convirtió en el negocio más grande de nuestro país y la ciudad marabina gozaba de tales recursos. Sus calles limpias, asfaltadas; la ciudad, aunque siempre calurosa, resplandecía con vigor. Con una idiosincrasia particular y arraigada, llena de gente entusiasta, gaiteros que han inmortalizado los íconos y personajes de la ciudad, con calles llenas de coloridos paisajes y el imponente relámpago del Catatumbo, Maracaibo era una tierra llena de riquezas. Pero hoy, la realidad se ha transformado en un caos que ha llevado a algunos maracuchos y a algunas maracuchas —como yo— a migrar a otras partes del país. Y es que en la ciudad marabina todo parecía estar bien, era como que todo marchaba y avanzábamos sin pausas para ser una urbe importante y referente de Venezuela. Pero de repente la lepna contaminando nuestro lago dejó de ser la mayor de nuestras preocupaciones.

En 2013, Venezuela resultó ser el país más racista del continente americano, según un estudio publicado por The Washington Post[1], sin embargo, la reacción normal de un venezolano o venezolana al leer o escuchar una aseveración como esa es negarlo. Hemos crecido con el eslogan, propugnado en distintos medios y contextos, de que somos una nación igualitaria; pero el pasado y el presente nos enmarcan como representantes de la discriminación racial y étnica. ¿Pero si la población no cree que exista racismo o discriminación, cómo es posible que las estadísticas aseguren lo contrario?
Si vas en tu automóvil, una patrulla policial está detrás de ti y te pide que te detengas, lo indicado es detenerte. O si ves una alcabala, lo apropiado es bajar la velocidad, bajar tus ventanillas y contribuir con las indicaciones de los agentes. ¿Pero qué pasa cuando te detienen en una alcabala o una patrulla te pide que te estaciones en Venezuela?
Al menos 39 personas han muerto solo en Estados Unidos, en lo que va de 2015, por el uso de armas de electrochoque (Taser). Y desde hoy, debido a una decisión de último minuto impulsada por un grupo de lobby pro-policías —atado a una industria de drones en auge—, el cuerpo de seguridad de Dakota del Norte es libre de usar legalmente este tipo de armas «menos letales» mediante drones.
  • Un «grupo lobby» es un conjunto de personas que tienen el propósito de ejercer presión con el objetivo de incluir su agenda en políticas públicas —en este caso con fines económicos—.
  • Un dron es un vehículo no tripulado pilotado por una persona desde una base terrestre
15 millones de hombres, mujeres y niños fueron capturados y trasladados a colonias americanas para ser vendidos como esclavos, entre 1500 y 1850. De esos millones de personas, no todos lograban sobrevivir al viaje, así que morían en los barcos «negreros», como consecuencia de epidemias o desnutrición. Otros ni siquiera alcanzaban el barco, ya que fallecían en marchas forzadas hacia la costa occidental africana para su traslado o en las jaulas que llevaban a algunos.