Libertad inmediata para los presos de conciencia Wafae Charaf y Oussama Housne

Wafae Charaf, una mujer marroquí de 27 años, activista de los derechos humanos, afirma haber sido secuestrada, tras asistir a una protesta de trabajadores en Tánger, el 27 de abril de 2014. Además, atestigua haber sido golpeada durante varias horas por hombres, quienes la habrían amenazado con más violencia si seguía con su activismo. Wafae presentó la denuncia por tortura ante las autoridades judiciales. Pero la investigación —aún antes de concluir— no señaló a ningún agresor más que a ella misma. Fue recluida y acusada formalmente de «denuncias falsas de un delito» y de difamación, en virtud de los artículos 263, 264 y 445 del Código Penal. El 12 de agosto de 2014, Wafae Charaf fue declarada culpable de todos los cargos. Le condenaron a un año de prisión y a pagar una multa de 1.000 dirhams marroquíes (equivalentes a 120 dólares de EE.UU). También le fue impuesta una multa de 50.000 dirhams (equivalentes a 6.000 dólares) por difamar a las fuerzas policiales de Marruecos, pese a no haberlos acusado. Durante el proceso de apelación, llevado a cabo en octubre, la condena se aumentó a dos años. Wafer se encuentra recluida en la prisión local de Tánger.

Cuando el joven marroquí Oussama Housne fue acusado y condenado (en julio de 2014) a tres años de prisión por «denuncias falsas de tortura» y difamación, tenía 22 años. Afirma haber sido secuestrado y torturado el 2 de mayo de 2014, cuando abandonaba una protesta en solidaridad con otros activistas detenidos. Testifica haber sido quemado con una barra metálica y violado con los dedos por sus agresores. Relató los hechos a través de un video subido a YouTube, obligando a las autoridades judiciales a iniciar una investigación. Pero concluyeron que no había sido torturado. Como parte de su condena, se le impuso una multa de 100.000 dirhams (equivalentes a 12.000 dólares de EE.UU.), como indemnización a las fuerzas policiales de Marruecos por difamación, aunque aseguró, en su video, que no sabía quiénes eran aquellos hombres que le habían agredido. Su condena fue confirmada en la apelación, en marzo de 2015. Oussama se encuentra recluido en la Prisión local de Oukacha, Casablanca.

El 11 de julio de 2014, el Ministro de Justicia y Libertades de Marruecos declaró que, aunque las autoridades marroquíes estaban comprometidas con evitar la tortura e investigar las denuncias de tortura, aquellos que hicieran denuncias falsas serían procesados. Desde entonces, tres personas han sido encarceladas y declaradas culpables de hacer denuncias falsas, incluyendo a Oussama Housne y Wafae Charaf, ambos presos de conciencia.

El 26 de junio se celebra el Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura. Amnistía Internacional ha lanzado campañas de acción por Wafae Charaf, Oussama Housne y otras personas que se encuentran en situaciones similares en otras partes del mundo. AI pide la liberación inmediata y sin condiciones de Wafae y Oussama. Además, busca inducir a las autoridades marroquíes a reconocer la persistencia de la tortura y otros malos tratos, a investigar de forma inmediata, imparcial e independiente las denuncias de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, a hacer pasar por el debido proceso judicial a los agentes de policía y otros funcionarios públicos responsables, y a garantizar que las víctimas de tortura reciben una reparación adecuada por los daños causados.

Estas sentencias condenatorias prealertan a las víctimas de tortura que estén considerando denunciar su caso, que podrían acabar en la cárcel. Por eso AI resalta la importancia de que todos los denunciantes, testigos y otras personas que denuncian la tortura, sean protegidos frente a represalias e intimidación, incluidas las amenazas de presentar en su contra cargos falsos. El Ministro de Justicia debe revocar las disposiciones del Código Penal que penalizan la difamación, ya que, aun en el caso de que sea revelado que los denunciantes inventaron las acusaciones de tortura, no deben hacer frente a la cárcel.

Mientras las víctimas no rompan el silencio por falta de condiciones de seguridad, la tortura no será erradicada ni sus autores comparecerán ante la justicia. Puedes actuar por Wafae Charaf y Oussama Housne firmando la acción aquí.

Por Alexandra Perdomo (@amnistia)


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