Sobre los twitteros como agencias de noticias

En el 2006 Casciari escribió "El día que cada persona sea la agencia EFE". Ahí plantea lo que significa el periodismo digital para él, y lo define como "un enorme puzzle de aficionados con teléfonos, cámaras y un espacio online". ¡Qué definición más acertada! ¿Por qué lo digo? Porque, verdaderamente, desde que existe el periodismo digital la manera de comunicarnos ha evolucionado en formas que antes no habríamos podido imaginar.  

Empezamos con los blogs, estos sitios que muchos utilizamos para drenar, compartir conocimiento, iniciar revueltas o simplemente informar. Pero los blogs si bien aún no se han quedado atrás, están siendo desplazados, paulatinamente, por las redes sociales. Desde la aparición y consecuente explotación del Twitter, la forma de informar ha cambiado de manera inesperada. Casciari afirma que el 90% de las cosas que se escriben en la web son estupideces, y muy probablemente el porcentaje haya aumentado desde el 2006. Pero también hay que afirmar que la gente, aunque a veces no entiende bien por qué hace las cosas, está empezando a notar que forma parte de algo grande, de algo en lo que participamos todos, que formamos y difundimos... eso es periodismo digital. 

Para comprender mejor el papel o los roles que tenemos dentro de la construcción de una realidad social, siempre deseosa de estar informada, debemos entender primero que el periodismo digital no es únicamente eso que vemos en los portales web de las grandes empresas periodísticas del país. Los medios tradicionales están intentando sobrevivir en esta nueva era digital, aún están aprendiendo a formar parte de la red. Por eso lo que vemos no es más que una transcripción de las noticias que salen publicadas en la prensa tradicional; ¿Es eso lo que quiere el cibernauta? Algunos quizá se muestren conformes, pero la mayoría quiere una comunicación más directa, efectiva, eficaz y con menos extensión. Saber lo que necesitas en un mensaje de 140 caracteres es lo que le ha dado el éxito a Twitter; por eso, como lo veo, es el medio más propicio para difundir las noticias. Ves la información, te enteras del enunciado y lees la nota completa únicamente si estás interesado en hacerlo.

Ver un tweet puede ahorrarte 30 minutos de cola en alguna circunvalación que está trancada por un choque, porque siempre habrá un infeliz que se encuentra en plena cola, que siente el deber de informar, por eso toma una foto y la comparte en un tweet. Tú, que lees el TL, tomarás vías alternas para evitar la tranca. Ni hablar de los tubazos que le robaron los cibernautas a los medios convencionales. En un foro de periodismo digital al que asistí hace ya varios días, un ponente comentaba que ya ningún medio convencional tiene la primicia de nada. Por eso es que ya no nos sorprende el hecho de leer una noticia en el blog o el Twitter de un amigo antes de verlo en el noticiero o en la prensa. 

¿Va a desaparecer la prensa escrita? Yo espero que no, pero como para casi todo en la vida, nos tocará esperar. Sólo les comento que desde la aparición de los medios de comunicación, ninguno, hasta ahora, ha desaparecido. El único que, aparentemente, no es usado ya por nadie es el telégrafo, pero yo no estaría tan segura. Lo cierto es que las felicitaciones hoy son para todos los que alguna vez dejaron de escribir tonterías  por un momento para informar algo importante. Estoy segura de que Casciari sabe que el día está cada vez más cerca, que cada día una persona se convierte en la agencia EFE. 

Qué iba a saber Gutenberg que llegaríamos a esto.

Referencias:
Casciari, H. (2006) El día que cada persona sea la agencia EFE. [Publicación digital] Recuperado el 28 de junio de 2011. Disponible en: http://www.periodismo.com

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